Guía básica: ¿cómo cobrar las deudas de mi emprendimiento?
La siguiente es una situación común que puede ocurrir en cualquier emprendimiento. Obtienes un cliente nuevo, inician una relación de confianza en la que le prestas tu servicio o le vendes tu producto o solución, tu cliente te paga a tiempo… sin embargo, en algún punto, por una razón desconocida, tu cliente comienza a demorar tus pagos o, incluso, a no realizarlos. En muchas ocasiones, al ser una relación de confianza, se puede haber omitido firmar un contrato, unos términos de condiciones de la prestación del servicio y en general, faltar soportes de la relación entre ambos. ¿Qué hacer entonces? ¿Se debe mantener la relación comercial a pesar de la falta de pago? ¿Cómo lograr recuperar lo que se te debe?
Al iniciar, muchos emprendedores desconocen que esta es una situación que se le puede presentar a cualquiera, no necesariamente de forma continua pero ciertamente ocurre.
En primer lugar, debe tenerse en cuenta que las relaciones de negocios siempre deben basarse en la confianza y que cierto margen de flexibilidad para tus clientes no es necesariamente negativo. No obstante, esto no significa que todas tus relaciones comerciales deban ser informales, por lo que es recomendable que la mayor parte de transacciones se puedan soportar en documentos o estructuras que permitan cobrar lo debido en caso de incumplimientos.
Nuestro sistema legal tiende a ser algo complejo y costoso para lograr el pago de una suma de dinero, siendo el proceso ejecutivo la herramienta principal. Para que este resulte exitoso, es indispensable que las deudas tengan un soporte documental completo, debiendo tener los elementos de un título ejecutivo. La ley colombiana establece que los títulos ejecutivos son documentos en los que consta una obligación, la cual debe ser clara, expresa y exigible.
¿Qué significa esto? Que el documento debe ser tan claro que no admita ninguna discusión sobre la suma que se debe, quién la debe, porqué la debe y a partir de que fecha o situación la debe pagar. Ejemplos son: un cheque, un pagaré, una sentencia judicial, y una factura que haya sido aceptada y firmada por el cliente. Adicionalmente, contar con un contrato previo con tu cliente fortalecerá aún más cualquier reclamación judicial que presentes.
De esta forma, es recomendable que, con el apoyo profesional adecuado, construyas una batería de contratos y acuerdos de servicio para utilizar con tus clientes, así como que los acompañes de documentos que te permitan iniciar un proceso ejecutivo. En especial, las facturas pueden ser tu mejor aliado, siempre y cuando conserves la original firmada por tu cliente. Recuerda que a él debes entregarle la copia, no la original.